Inquietud por la muerte de Roberto Roger Rodríguez. Era tesorero del gremio de Maestranza y presidía la obra social; pertenecía a la CGT de Barrionuevo.

Lo obligaron a arrodillarse sobre una calle de tierra de Bella Vista. Eran las 22.10 y los dos asesinos se movían como sombras recortadas por las luces del auto.

En ese lugar apartado le apoyaron el arma detrás de la oreja y dispararon. Así, de un solo tiro fue asesinado anteanoche el presidente de la Obra Social del Sindicato de Obreros de Maestranza y tesorero del gremio, Roberto Roger Rodríguez.

Para la policía se trata de un crimen mafioso, realizado por sicarios contratados para matarlo.

Rodríguez, alineado con la antimoyanista CGT Azul y Blanca, que orienta Luis Barrionuevo, había sido secuestrado una hora antes en el comedor de un club de barrio, en Villa Devoto, frente a los parroquianos y llevado al descampado donde fue asesinado.

La obra social que conducía había sido allanada por orden del juez federal Norberto Oyarbide por la mafia de los medicamentos, pero los investigadores relacionan el asesinato con deudas, dinero o un crimen pasional.

Ayer se analizaban las cuentas bancarias y tarjetas de crédito. También algunos investigadores deslizan la posibilidad de una venganza motivada en cuestiones sentimentales.

Otros arriesgaban una hipótesis distinta: que uno de sus familiares habría sufrido una extorsión y que el asesinato estaría vinculado con que el sindicalista se habría negado a hacer algo. Ayer la esposa de la víctima declaró ante la Policía Federal, pero sus respuestas fueron muy parcas, dijeron fuentes del caso.

Ningún investigador suscribía ayer como seguro el móvil político como la razón del contrato que sellaron los asesinos cuando aceptaron cometer el crimen. Se recordaba, sin embargo, que la obra social del Sindicato de Obreros de Maestranza está entre el medio centenar de entidades que están siendo investigadas por el juez Oyarbide en la causa por la mafia de los medicamentos. La sede del gremio fue allanada a fines del año pasado por el magistrado.

Pero el caso es similar al de otras obras sociales sindicales mencionadas en la causa: habían adquirido drogas oncológicas o para el tratamiento del VIH y luego cobrado reintegros de la Administración de Programas Especiales (APE). Se investiga si las drogas se adquirieron realmente, si fueron compradas en el circuito comercial legal y si se reintegró dinero por lo gastado o se trató de una estafa.

A pesar de que no hay pistas firmes, la idea de una interna sindical fue abonada por algunos funcionarios judiciales que señalaron que "pasar de copar un gremio para ganar una elección a un asesinato implica que se rompieron todos los códigos".

Los últimos instantes

Rodríguez había ido al Club Fénix, de Villa Devoto, en Vallejos 4516, en su camioneta Honda CRV, como solía hacerlo, para jugar al básquet con amigos.

Estaba sentado en el buffet del club junto con uno de sus compañeros de juego. Aún no se había cambiado para entrar en la cancha: vestía jean, zapatos y una chomba, cuando dos hombres armados ingresaron en el bar, recordó ayer el bufetero.

Encararon al gremialista y le preguntaron: "¿Sos el dueño de la camioneta 4x4? ¡Parate!", le dijeron, y se lo llevaron, según contó el encargado de la concesión del lugar.

Rodríguez fue obligado a subir a su propia camioneta, mientras era captado por cámaras de control de tránsito del gobierno porteño. Esas imágenes con el momento del secuestro en el vehículo y otras del recorrido que hizo la camioneta con la víctima serán hoy aportadas al fiscal Raúl María Cavallini, a cargo del caso, por funcionarios del Ministerio de la Seguridad porteño.

Los sicarios hicieron pocos metros. A las cuatro cuadras, en José Cubas y Allende, cambiaron a su prisionero de vehículo y lo subieron a un Peugeot 307, color negro, donde los esperaba un tercer cómplice.

La camioneta Honda fue encontrada horas después frente a las vías del ex ferrocarril San Martín, a dos cuadras de la avenida General Paz, en el límite con el partido bonaerense de Tres de Febrero, y muy cerca del lugar del rapto.

Siguiendo calles internas, de modo de evitar los puestos de peaje, condujeron el Peugeot 307 negro al conurbano bonaerense. Tomaron la ruta 201 hacia el Camino del Buen Ayre, donde nuevamente una cámara de seguridad captó el vehículo circulando a alta velocidad. Rodríguez fue golpeado mientras iba a bordo, dijeron las fuentes.

A las 22.10, llegaron con el automóvil hasta Bella Vista, en un sector desolado cerca del Regimiento de Campo de Mayo y a pocos metros de la Ceamse. Donde la calle Pampa (al 2000) se hace de tierra, frente a casas bajas de un lado de la vereda y con un campo enfrente, el Peugeot estacionó.

Un vecino lo vio: "Le cedí el paso, di marcha atrás para que pase, era un Peugeot 307. Cuando hice intercambio de luces vi dos figuras, dos personas, pero no les presté atención", dijo.

Luego, Rodríguez fue obligado a bajar de rodillas contra la tierra. Los raspones del cadáver lo evidencian. Así le apoyaron un arma detrás de la oreja izquierda y dispararon.

Los ruidos alertaron a los vecinos de la cuadra que al salir lo vieron balbuceando en un charco de sangre. Tenía un gran hematoma en la cara. Todavía vivía. Un patrullero llegó a los 10 minutos. La ambulancia llegó mucho más tarde. Rodríguez murió a la 1.20 en el hospital Larcade.

En la escena del crimen quedó un manchón de sangre, pero no se encontró el proyectil disparado ni ninguna vaina servida.

A esta altura de la investigación, nadie duda de que se trató de un asesinato por encargo. No fue un secuestro, pues nadie pidió rescate y el crimen se produjo de inmediato.

No fue un robo: lo atestiguan los 600 pesos que estaban en la billetera del muerto, su anillo de casamiento con su nombre y el de su esposa, por el que lo identificaron, y sus cadenitas, así como los objetos de valor hallados en la camioneta Honda.

DESTINO VIOLENTO

24 DE NOVIEMBRE DE 2006 - QUILMES
Asesinato en la Uocra

Asesinaron a puñaladas a un delegado de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (Uocra). Murió en un enfrentamiento protagonizado por facciones opuestas del sindicato.

1° DE OCTUBRE DE 2007 - MERLO
El hombre de los ladrillos

El protesorero de la Unión Obrera Ladrillera de la República Argentina (Uolra), Eduardo Orellana, fue asesinado de dos balazos en la cabeza; lo encontraron muerto dentro de su camioneta, en un descampado de Mariano Acosta, en el partido de Merlo.

11 DE NOVIEMBRE DE 2007 - CAPITAL
Misteriosa muerte

La muerte de Horacio Viviani, hermano de Omar Viviani, titular del sindicato de peones de taxis, sigue siendo un verdadero misterio. "Se suicidó", dijo un dirigente del sindicato de taxistas. El gremio nunca más habló en público del tema.

27 DE NOVIEMBRE DE 2007 - ROSARIO
El ex tesorero de Moyano

El sindicalista Abel Beroiz, tesorero del gremio de Hugo Moyano, fue asesinado al recibir dos balazos en el pecho; manejaba los fondos del sindicato más poderoso de la Argentina.

20 DE NOVIEMBRE 2008 - LA PAMPA
Otro caso de la Uocra

El dirigente Ariel Quiroga, de la Uocra, apareció ahogado en un canal. Antes habría sido golpeado por miembros del Sindicato de Gas y Petróleo de Neuquén, La Pampa y Río Negro, según sostiene la causa judicial.

4 DE MAYO DE 2010 - MAR DEL PLATA
El gremio marítimo

El tesorero del Sindicato Marítimo de Pescadores, Jorge Andrade, fue asesinado a quemarropa en Mar del Plata. Se habría tratado de una venganza del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (Somu).

27 DE ENERO DE 2011 - BELLA VISTA
El gremio de Maestranza

El tesorero del Sindicato de Obreros de Maestranza (SOM), Roberto Roger Rodríguez, fue secuestrado al salir de un club de la Capital. Dos horas después su cadáver apareció en Bella Vista.

Hernán Cappiello
LA NACION